17 Ene EMPRESAS CON DUEÑO
Queridos emprendedores y familias empresarias,
Reconozco que me gustan las empresas con dueño. Organizaciones en las que puedes sentarte y mirar a los ojos a la persona para las que trabajas o colaboras. Es más fácil entender la visión, el proyecto y los valores. Creo que mucho intraemprendedor prefiere este tipo de compañías donde hay cercanía personal a quien ostenta el poder y, si te ganas su confianza, las posibilidades de crear son mucho mayores.
Creo pues en las empresas con caras y ojos si bien reconozco que el ejercicio de responsabilidad que deben asumir los dueños es cada vez mayor.
Ejercer la “dueñez” , término creado con acierto por Carlos A. Dumois fundador de CEDEM, se va sofisticando paulatinamente. Primero porque la sociedad en general, y en particular en las economía más avanzadas, ha elevado mucho sus criterios de afinidad a las compañías. Los dueños deben ser muy conscientes de esto. Hoy la sociedad no tolera y penaliza ciertas prácticas que antes pasaba por alto. Se demandan altos estándares éticos y la atención no sólo de la cuenta de resultados de la empresa sino de otros aspectos que forman parte del bien común como la contribución a la sostenibilidad. Por otro lado, en el micromundo de la empresa también las cosas evolucionan. La sociedad actual es muy poliédrica, formada con individuos con cosmovisiones muy diferentes. Los dueños deben entender muy bien este aspecto de la diversidad para, primero, estar en condiciones de captar el talento que necesitan para construir y hacer crecer sus proyectos y, posteriormente, empatizar con sus equipos para retenerlos y que se desarrollen en la compañía.
El mecanismo más fácil de ejercer el poder es el mando único. Ahora bien, la sofisticación del mundo de hoy va a obligar muchas veces a desarrollar modelos de compartición del poder. Los dueños deben estar en capacidad de conjugar el verbo compartir. Compartir poder con el equipo de dirección, o con miembros del consejo de administración o con aliados estratégicos a quienes acudes para el desarrollo del negocio o con socios financieros que permiten rápidos crecimientos..
Fijémonos que hasta en las más grandes corporaciones, en muchas de las cuales el sentido de la dueñez queda diluido por ser muy impersonal, los modelos de compartición se extienden cada día más.
Los dueños de los negocios tienen el desafío enorme de, no sólo crear sino también consolidar y hacer crecer sus negocios. Tarea harto compleja que demanda elevadas dosis de inteligencia, perseverancia y hasta fortuna. Pero con ser condición necesaria, no es suficiente. Hoy se demandan dueños responsables, con una gran visión para atender todos los frentes que la gestión de empresas exige en nuestra sociedad del cambio. La severa crisis que hemos vivido estos últimos años ha supuesto una criba excepcional. Una observación crítica de la situación nos permite concluir que han sido los dueños responsables quienes mejor han surcado estos turbulentos mares. Así pues, el mundo está lleno de oportunidades para las empresas que cuentan con dueños responsables.
Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean
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