¿QUÉ MODELO DE SOCIEDAD QUEREMOS?

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¿QUÉ MODELO DE SOCIEDAD QUEREMOS?

Estimadas Familias Empresarias,

Antes que nada, quisiera desear a todos los seguidores del blog lo mejor para este 2021. Sobre todo, que nos traiga SALUD, que lo demás ya lo iremos poniendo nosotros.

El inicio del año ya sabemos que es buen momento para imaginar nuevos propósitos. En esta ocasión, propongo a los lectores más bien un ejercicio de propósito a nivel general, de país. Para lo cual os planteo este interrogante: ¿Qué modelo de sociedad queremos?

Me inspira la cuestión la lectura de la entrevista publicada el 2 de enero en el diario económico Expansión a la gran empresaria Rosa Esteva (Barcelona, 1942), fundadora del mítico grupo de restauración Tragaluz y propietaria del restaurante Mordisco. Sin pelos en la lengua, y lejos del lenguaje políticamente correcto que impera, Esteva declara: “Los políticos no piensan. Han hecho que los ciudadanos se vuelvan garrulos, dándoles una paga para que se queden en casa. Piensan que somos idiotas. Quieren que España sea Venezuela y que nos muramos de hambre. Además, no va a haber dinero ni para pagar pensiones, ni ERTE…..No estoy en contra de todo. Estoy a favor de solucionar problemas, de resolver el futuro de mis nietos”.

Cualquiera en contacto con amplios sectores de nuestra sociedad habrá escuchado manifestaciones más o menos parecidas en estos últimos y complejos tiempos.

Debo confesar que, personalmente, y pensando con horizonte de largo plazo, me preocupan más las consecuencias sociales y económicas de la crisis de la covid-19 que los aspectos sanitarios. Todavía viviremos tiempos muy duros pero, antes que después, la ciencia nos va a proveer de vacunas y medicamentos para doblegar al virus. Por ilustrar la cuestión, la bioquímica Katalin Karikó, creadora de la vacuna de Pfizer y BioNTech, dejó dicho el 27 de diciembre en El País: «Probablemente en verano podamos volver a la vida normal».

En épocas de crisis tan profunda como esta, siempre surgen voces contra el sistema capitalista. Incluso, en muchos de los países de origen de los lectores de este blog, estas ideas están instaladas en las mentes de muchos gobernantes.

Este tsunami que llevamos viviendo desde marzo del 2020 se va a llevar por delante muchas empresas. Especialmente vulnerables son las pequeñas y microempresas, predominantes en nuestro tejido empresarial. Pero a esta dramática situación añadamos el impacto en la moral de muchos empresarios al verse en un contexto macroeconómico muy poco proclive para la actividad emprendedora. Subidas de impuestos, falta de ayudas directas, o creciente burocracia constituyen un cóctel muy poco propicio para emprender en aquellos países que están promoviendo estas fórmulas. Problema agravado porque las enormes facilidades de movimiento de personas y capitales (no digamos ya de ideas o talento) facilitan la deslocalización de muchas empresas.

¿Es ese el modelo que queremos? ¿Una sociedad básicamente subvencionada y adocenada a la espera de que un omnipresente Estado lo provea todo? ¿Un ecosistema que hastía y acaba por expulsar a las personas con actitud emprendedora?

Estoy en contacto con muchísimas empresas, muchas de ellas familiares, y encuentro una nueva generación de líderes que creen y gestionan desde sólidos valores como la honestidad, que apuestan por la creación de valor para el conjunto de la sociedad y no están solo pensando en el beneficio a corto para la propiedad, con enorme sensibilidad medioambiental que permea a su forma de hacer negocios, comprometidos con la innovación, impulsores de la digitalización, que apuestan por la colaboración público/privada para solventar los grandes desafíos de la agenda social…..  Decididamente creo en las sociedades que generan las mejores condiciones para dar cabida a esta gente emprendedora de calidad que son el mayor garante para consolidar un desarrollo sostenible e inclusivo. Sociedades donde prima la educación orientada a la excelencia, la meritocracia y se pone en valor aquellas personas con actitud emprendedora, en cualquier faceta de la vida, que aspiran a dejar un legado que permita construir un mundo mejor para sus hijos y nietos.

La crisis de la covid es un catalizador hacia un mundo nuevo. La cuestión crítica será definir los parámetros de ese nuevo escenario. En la elección de modelo nos jugamos mucho. Hasta pronto. Incluso en estas circunstancias excepcionales, recuerda esto: no dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean.

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