SCALING UP Y ESTILOS DE LIDERAZGO

SCALING UP Y ESTILOS DE LIDERAZGO

Queridos emprendedores y familias empresarias,
Todos coincidimos en que ganar tamaño en el entorno actual es clave para, a su vez, potenciar la competitividad de la empresa. El crecimiento empresarial además, evidencias empíricas varias lo demuestran, facilita la rentabilidad y sostenibilidad de las empresas y favorece la creación de empleos de calidad con mayores salarios. En definitiva, el
crecimiento genera rentabilidad para todos los stakeholders de las organizaciones empresariales con un impacto benéfico para el conjunto de la sociedad. Bueno para todos.
Además, las familias empresarias deben tomar conciencia que la tasa de crecimiento empresarial debiera superar la tasa de crecimiento familiar como medida sensata para mantener determinados estándares vitales y para abordar con más artillería algunas problemáticas propias de su singularidad. Perdón por el ataque de practicidad pero con ceros a la derecha muchas cosas se facilitan.

El scalingup demanda tener mentalidad ambiciosa, equipos bien alineados y engrasados para la tarea, clientes muy satisfechos, modelo de negocio escalable… Pero todo esto es condición muy necesaria pero no totalmente suficiente.
Pensemos en decisiones típicas que toman las empresas en crecimiento:
-Refuerzan equipos directivos para atraer más talento.
-Perfeccionan gobierno corporativo con incorporación de consejeros independientes.
-Desarrollan alianzas estratégicas para facilitar el desarrollo de mercado en ciertos mercados.
-Crean filiales con socios que aportan algún valor agregado específico.
-Se llegan a acuerdos con terceros actores llevar a cabo ciertas prácticas de la cadena de
valor (acuerdos con centros de investigación, acuerdos para prestar servicios post-venta…)
-Se incorpora al capital de la compañía socios financieros para acelerar posicionamientos de mercado.
-Se compran compañías iniciando procesos de crecimiento inorgánico

Todas estas decisiones, si lo piensas, obligan a compartir decisiones, buscar sinergias, o esforzarse por empatizar con terceros. En definitiva, demandan un estilo de dirección evolucionado respecto a los modelos “Rey Sol” con los que, con el mayor respeto, me refiero los hiperlíderes carismáticos tan comunes en muchas empresas familiares. Un nuevo modelo que pase por el liderazgo distribuido con amplia capacidad de delegación, con orientación a la rendición de cuentas, con modelos de alta transparencia, o con elevadas capacidades de comunicación.

Sin esos atributos va a resultar complejo crear las condiciones para el tan anhelado crecimiento. En este ámbito creo que las familias empresarias pueden actuar con inteligencia combinado capacidades de generaciones senior con las de los continuadores que muchas veces traen de serie este nuevo liderazgo.

Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean

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