UNIÓN EUROPEA, GOBERNANZA, GESTIÓN DE RIESGOS y APRENDIZAJES PARA LA EMPRESA FAMILIAR

UNION EUROPEA, GOBERNANZA, GESTION DE RIESGOS y APRENDIZAJES PARA LA EMPRESA FAMILIAR

UNIÓN EUROPEA, GOBERNANZA, GESTIÓN DE RIESGOS y APRENDIZAJES PARA LA EMPRESA FAMILIAR

En estos momentos de enorme zozobra e inquietud que ha provocado la invasión de Ucrania por parte de Rusia, esto es, una guerra en el corazón de Europa, se ha suscitado un debate en torno al papel y, si se me permite la expresión, el “modelo de negocio” de la Unión Europea (UE). Cuestionamientos que también aparecieron cuando hace dos años se declaró la pandemia de la CoVid19 cuyos efectos aún seguimos viviendo.

En síntesis el posicionamiento de la UE ha pasado por los siguientes ejes: enorme dependencia energética de Rusia y países fuera de la UE, entrega de la fabricación industrial a China que se convirtió en la factoría del mundo, enorme dependencia de materiales de alto valor  tecnológico de China y países del sudeste asiático, política agraria que ha subvencionado la destrucción de cultivos en Europa dando paso a masivas importaciones de países terceros, campañas agresivas en contra de los modelos de ganadería más industrializados que de consolidar van a provocar también una enorme dependencia de importantes fuentes de alimentación, escasa capacidad militar que se ha subcontratado a la OTAN y, en última instancia, a los Estados Unidos cuyo concurso ya resultó vital en las dos últimas guerras mundiales.

Si esta situación de analiza con los ojos propios de la gestión de riesgos en un debate de un Consejo de Administración, todos concluiríamos que el órgano de gobierno no ha tomado en su debida consideración el impacto de sustanciales riesgos que hoy provocan una posición estratégica sumamente débil de la UE en el contexto geoestratégico global. Por cierto, ojalá que la respuesta en esta tesitura suponga un punto de partida que consolide a Europa como un actor relevante en el tablero internacional que defiende principios tan loables como la democracia liberal, el libre comercio o la defensa de los derechos humanos.

Una de las virtudes precisamente de la buena gobernanza es una buena lectura de los riesgos y, a partir de ahí, tomar decisiones consistentes para erradicarlos, si se puede, o, cuando menos, reducir su impacto. No olvidemos que el objetivo esencial del órgano de gobierno de cualquier empresa es velar por la sostenibilidad en el medio y largo plazo.

Si trasladamos ese ejercicio a la realidad de las empresas familiares hoy, se observan, en muchos casos, riesgos evidentes sobre los que deberían pivotar contundentes planes como parte de la agenda estratégica de los asuntos para tratar en los órganos de gobierno . En términos de dimensión empresarial, por ejemplo, podemos citar la dependencia de pocos clientes, el estancamiento de las ventas, la aparición de nueva competencia que ofrece al mercado productos de indudable atractivo que van minando nuestra cuota de mercado,  la obsolescencia de productos, la pérdida de rentabilidad, los cambios tanto en el entorno competitivo como de escenarios macro, la adaptación a ese entorno cambiante, la dificultad de atraer y retener talento, la necesidad de puesta al día en tecnología,…..  Otro tanto ocurre si ponemos el foco en la dimensión familiar donde no es infrecuente identificar riesgos como son la existencia de conflictos larvados o latentes, la necesidad de alienar intereses cuando encontramos accionistas con muy diversas visiones e intereses, el cuidado de la cohesión familiar que se complica a medida que la familia crece y se dispersa, la necesidad de cultivar la educación y los valores en las siguientes generaciones, la necesidad de fijar políticas para la incorporación a los negocios familiares de las siguientes generaciones, los problemas por la falta de cauces de comunicación entra familia y negocios, la revisión de políticas para ofrecer respuesta a los requerimientos de remuneración al accionista familiar, la ausencia de una visión compartida de medio y largo plazo, las demandas para avanzar con políticas en el ámbito de la filantropía….

En definitiva, más allá de la crítica que cualquiera nos animamos a hacer de lo que ocurre a nuestro alrededor, conviene recordarnos que las familias empresarias responsables deben cuidar su gobernanza y, en particular, la gestión de riesgos, cuestión crítica para la anhelada continuidad del proyecto empresarial/familiar. Apelando al conocido texto bíblico, además de ver la paja en el ojo ajeno, no olvidemos ver también la viga en el nuestro

Hasta pronto. Incluso en estas circunstancias excepcionales, recuerda esto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean.

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